El Día de la Música suena alto y fuerte

Los discos se pueden bajar de internet, pero los conciertos siguen siendo una experiencia colectiva que sólo se puede disfrutar en la vida real

Escuchando con generosidad se disfruta y se ensancha el gusto, y haciéndolo en vivo se ayuda a los músicos. un total de siete citas, todas ellas gratuitas, para saborear ritmos clásicos y contemporáneos. Lo organizó ayer la Concejalía de Educación dentro del Día de la Música. Propuestas irresistibles que tuvieron como marco los espacios interiores y exteriores de la Casa de las Artes y la Música.

La Casa de las Artes y la Música, sede del Conservatorio Maestro Gómez Villa y la Escuela Municipal de Música, se convirtió este jueves en el epicentro del Día de la Música, la principal cita celebrada en Cieza y que propuso una serie de conciertos en distintos espacios de estas instalaciones municipales de la calle Cadenas. Allí la expectación de la gente era grande junto a la entrada, en su mayoría familiares y amigos de los componentes de la banda del conservatorio que, bajo la dirección del maestro Francisco García Alcázar, habían convertido la acera en su escenario durante la apertura. Todo con tal de recibir al público en una auténtica jornada de puertas abiertas.

El objetivo de esta iniciativa impulsada por la Concejalía de Educación es el de ensalzar la labor que realiza ambas instituciones académicas de la localidad, a la vez que mostrar al resto de la ciudadanía el talento musical del alumnado. Para esta ocasión, el área municipal que dirige María Ramos ha querido hacer un recorrido por el inmueble que alberga el conservatorio y la escuela desde la planta baja al auditorio de conciertos, con el fin de que todos los asistentes visiten las diferentes estancias del mismo. La idea es seguir creciendo en futuras ediciones y salir del edificio hasta llenar las calles del casco antiguo de música y convertirlo en una continua sorpresa.

A la hora del concierto inaugural la calle estaba llena hasta la bandera y resultaba casi imposible conseguir un hueco para ver la actuación de la banda del conservatorio. Una vez terminada la vibrante interpretación de varias bandas sonoras de películas muy conocidas, la gente invadió, literalmente, la planta baja del edificio municipal en busca del cuarteto de cuerda compuesto por las violinistas Sofía Martínez y Sara Patricia Coronel, la viola Lucía Egea y la violonchelista Inés Erquicia. El lugar no pudo ser más evocador para el repertorio elegido junto a la obra pictórica en celulosa, pigmentos y látex sobre muro del artista ciezano Juan Antonio Abellán.

Perderse por los pasillos de la Casa de las Artes y la Música tuvo lo suyo de andadura por un dédalo de salas insonorizadas, aulas y auditorios. El cuarteto de viento madera eligió la entrada del conservatorio para ofrecer un cuidado repertorio: Carmen Fernández (flauta), José Javier Ortega (oboe), Juan Antonio Moreno (clarinete) y Mercedes Galindo (fagot). Allí mismo, pero un poco antes de las siete menos cuarto, un dúo de viento madera formado por el trompetista Javier Ros y la saxofonista Miranda Moreno sorprendió a los asistentes. Lo que nadie pasó inadvertido fue la actuación del trío de acordeones integrado por Laura Piñera, Amaranta Tornero y Javier Fernández.

Y entre recitales de música de cámara anduvo el juego, porque también el final de la tarde se pudo disfrutar de la actuación conjunta de las pianistas Alba Penalva, Antonio Abellán y Mario García. Y como fin de fiesta, en el Auditorio Carmelo Gómez Templado, concierto de las flautistas Marta Camacho y Paula Marín acompañadas al piano por Lorena Avellaneda. Alegría y bullicio, que se alternó con la confraternización entre profesores y alumnos. El Día de la Música en el conservatorio se quedó pequeño en tamaño, pero que para la organización supuso un gran escaparate donde mostrar el trabajo de unos profesionales comprometidos con las necesidades e inquietudes musicales de los estudiantes y de sus familias

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