El día que muchos esperaban que pudiera llegar alguna vez y que otros muchos no creyeron que tuviera lugar nunca, finalmente llegó. Fue el 24 de agosto de 2020, una fecha para los anales de la historia de Cieza. A nadie se le escapa que el despoblado andalusí de Siyâsa es una de las señas de identidad del municipio. Pocos turistas viajan a la ciudad y no visitan el museo, en la calle San Sebastián, y continúan su ruta por el Cerro del Castillo y el enclave arqueológico. Eso a pesar de las escasas mejoras realizadas en los últimos años, que han provocado el deterioro de la zona excavada. Tras muchos años de cierta desidia, el Consorcio Turístico Cañón de Almadenes ha llevado a cabo la restauración, conservación y protección del lugar.
Resulta fácil compartir la alegría y satisfacción generales ante el resultado de un proyecto valorado en más de millón de euros. Y lo es porque se trata de un ejemplo de lo que puede el trabajo conjunto de distintas administraciones. Catorce meses tardó en erigirse la cubierta que protege el área excavada y en acondicionar la zona para la recepción de visitantes. Proyectado por los arquitectos Fulgencio Angosto y Miguel Ibáñez, la actuación llevada a cabo posibilita la accesibilidad universal. Por fin se ha dado un paso definitivo para hacer realidad la idea de convertir a Siyâsa en uno de los principales referentes patrimoniales y turísticos de la Región, equiparable al Parque Arqueológico del Cerro del Molinete en Cartagena.
Concebido para fomentar la divulgación del legado andalusí en Cieza a todo tipo de público, el recinto fue inaugurado este lunes por el presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia, Fernando López Miras, y el alcalde de Cieza, Pascual Lucas Díaz. Para ambos, que estuvieron acompañados entre otros por la consejera de Cultura y Educación, Esperanza Moreno, y el concejal de Turismo, Antonio Moya, pasear por el que un día fue uno de los centros neurálgicos del antiguo Reino de Murcia fue como visionar una película de la historia de la Humanidad, tanto de la relación del poblado con el medio natural como por su estructura social, su arquitectura y sus calles.
No hay duda de que, para las autoridades regionales y locales que se dieron cita ayer, el interés histórico del hins es incuestionable. Un valor realzado en gran medida por esa situación estratégica tan característica y por la eterna mirada que este enclave brinda a la vega del Segura por el que arribaron tantísimos moradores. En palabras del alcalde de Cieza, "la historia que encierra este lugar nos emociona y su localización nos describe, ya que se encuentra situado en las inmediaciones del monte de la Atalaya, en la ladera meridional del Cerro del Castillo. Este despoblado cuenta con alrededor de 700 casas datadas del siglo XI, y el material utilizado para la construcción de las viviendas y la decoración de la medina fue el yeso".
Para el regidor, con la ejecución de estas obras "podríamos decir que se han visto cumplidas las reivindicaciones que un día sí y otro también reclamaba la sociedad ciezana, cansada de agravios comparativos con el resto de yacimientos arqueológicos de la Región de Murcia, y que asistían impotentes ante el deterioro de la zona excavada". Del mismo modo puso de manifiesto que "éramos conscientes de lo que significaba tener un yacimiento arqueológico como este, y por consiguiente teníamos la necesidad urgente, primero de protegerlo, para posteriormente ponerlo en valor culturalmente y turísticamente, y hacerlo llegar a todo el mundo a través de la accesibilidad universal".
La arquitectura puede ofrecer una excelente base para la salvaguarda de este patrimonio y garantizar la accesibilidad universal. Así lo pudieron comprobar sobre el terreno los invitados a la inauguración que tuvo lugar en la explanada del centro de visitantes. En el acto intervinieron también el presidente de la Comunidad de Murcia, que elogió el trabajo conjunto de distintas administraciones dentro del consorcio, y el director del Servicio Municipal de Museos, Joaquín Salmerón, que presentó el nuevo logo del Museo Siyâsa. "El nuevo diseño es una adaptación minimalista de la jarra esgrafiada encontrada en el yacimeinto, que data del siglo XIII. De esta forma seguimos conservando nuestra identidad original, pero adaptada a los nuevos tiempos", explicó.
El colofón lo puso la presentación de la novela 'Maryam de Siyâsa', del escritor ciezano Antonio Balsalobre Martínez, que ha sido publicada por Alfaqueque Ediciones. Ambientada en la Siyâsa del siglo XIII, entre los años de mayor esplendor del asentamiento andalusí y su abandono en 1266, la obra cuenta la historia de una mujer culta y valiente cuya vida se ve fuertemente condicionada por los acontecimientos históricos que tienen lugar en ese convulso periodo de pactos, conquistas y reconquistas. Entre el público asistente estaba una amplia representación de la Corporación Municipal de Cieza, la alcaldesa de Calasparra, Teresa García, y los diputados nacionales y regionales José Luis Soto y la ciezana Mirian Guardiola