María Sal (Cieza, 1996) es una pintora en ascensión y formación y el hecho de que la periodista María José Cárceles se haya implicado en la labor comisarial de su primera exposición individual es una clara señal de su valía. Un artista no es el que trabaja con pincel y cincel, sino con ideas. En su mejor momento creativo la joven ciezana hace una apuesta plástica original en la que encuentra el modo de expresar lo que quiere. Sus obras deparan estampas poderosas a través de una guía gráfica, a modo de manual imaginario, para curar heridas físicas y emocionales. 'En canal' define de una manera bellísima y muy intensa su sentir. Y es que se puede ser sublime artísticamente y comprometida al mismo tiempo, como ella.
El que fuera hogar de los ciezanos del siglo XIII, las casas andalusíes de Siyasa reproducidas a escala con sus arcos y yeserías originales en el museo municipal, se ha convertido en los últimos años como marco habitual de exposiciones y presentaciones de distinta índole. Arte dentro del arte. Y allí se ha presentado este viernes la muestra de Sal, que ya pudo verse recientemente en la sala del Ámbito Cultural de El Corte Inglés, en Murcia. Un acto muy cuidado que ha contado con una presencia de público muy reducida, debido a las severas medidas impuestas por las autoridades sanitarias como consecuencia de la pandemia. La presentación estuvo presidida por el alcalde Pascual Lucas, quien elogió la calidad artística de la obra.
También intervinieron la comisaria de la exposición, María José Cárceles; la concejala de Museos, Conchi Villa, y la presidenta de la Asociación de Artistas de Cieza, María Joaquina Sánchez, quienes glosaron la personalidad y el leguaje artístico de la autora de la muestra. El acto contó con la muy estimable participación del músico y compositor local Luis del Amor García, que estrenó para la ocasión el tema 'Badlands'. La música contribuyó a la visita con la que concluyó la apertura, que fue seguida entre el público por la concejala de Cultura, Melba Miñano; los ediles de la Corporación Municipal, Manuel Egea y Laura Villa, y el director del Servicio Municipal de Museos, Joaquín Salmerón.
"Es una reflexión sobre heridas abiertas y su proceso de cicatrización en el ser humano. De todo tipo de heridas, de los más superficiales rasguños, de los más fieros zarpazos¿ No es una obra de expresión de dolor, sino una ventana abierta a la esperanza de la curación, en la capacidad de sanación física y mental que tenemos todos, aunque esas pasadas heridas nos dejen cicatrices para que siempre recordemos, al verlas, que debemos de evitar todo aquello que el pasado nos ha hecho el más mínimo daño". Las palabras de Joaquín Salmerón, padre de la artista ciezana, podrían presidir toda parada reflexiva y emocional en nuestro presente. Pinturas y palabras, entre ellas la suya, se entrelazan en la exposición compuesta por una decena de obras.
Propone su mirada sobre la complejidad física y cognitiva del ser humano como ejemplo de dificultad a la hora de cicatrizar las heridas físicas y emocionales con respecto al de todos los demás seres vivos. Es la base conceptual sobre la que despliega la paleta de su sensibilidad. Parece una colección de pinturas independientes hasta que todas se ensamblan al final del recorrido ante el asombro del espectador. Ahí radican los muchos quilates de esta galería donde los textos juegan un papel para comprender esos cuadros. Crear belleza, seducir a través de ella, es una de las razones de ser del arte. Y para la autora, este trabajo busca esa conexión con el espectador y confía en que ese muestrario del proceso de cicatrización pueda servir al público a reflexionar.
En sus propias palabras, "está hecho desde la esperanza". Cada composición de características minimalistas, creada con técnica mixta, provoca una emoción estética. Ella es la punta de lanza de la renovación de las artes plásticas contemporáneas en la Región de Murcia. Su talento creativo al abordar la pintura queda de manifiesto en esta colección por la singularidad y el propio sello de su trabajo. Y es que ha logrado conseguir no sin esfuerzo, a juicio de Cárceles, "un ajuste de colores en la composición y a la vez acentúa los contrastes tonales, dando así una sensación de la mayor relieve. Las pinceladas trazadas con colores puros se difuminan a la vez que nos alejamos del cuadro, dando una serie de matices con carácter y calidad pictórica a la obra".