Cuando se habla sobre la problemática de las pensiones como derecho social, de la garantía de su mantenimiento o de la sostenibilidad del sistema, se suele hacer en términos generales, sin diferenciar casuísticas específicas vinculadas al género de los pensionistas y, con ello, se da una visión parcial del problema y, con frecuencia, injusta. En palabras de Maribel Aguayo, portavoz de Podemos-Cieza, "hablar de pensiones y mujeres es, una vez más, hablar de desigualdad y discriminación, una verdad que es todavía más evidente en municipios como Cieza, por sus características socioeconómicas".
Esta desigualdad de género se plasma, sobre todo, en dos hechos fácilmente contrastables. Por una parte, la existencia de una amplia brecha de género en cuanto al importe de las pensiones de jubilación percibidas y, por otra, el hecho de que "entre las mujeres pensionistas hay muchas que lo son solo en cualidad de viudas y no como jubiladas laborales, lo cual no quiere decir que estas mujeres no hayan trabajado, simplemente no han cotizado lo suficiente".
Los datos oficiales son clarísimos y contundentes. Aunque las mujeres representan el 51 por ciento de las personas pensionistas, más de la mitad son prestaciones derivadas de muerte y supervivencia, y el 92 por 100 de las pensiones de viudedad en el país tienen a una mujer como titular. Por otra parte, "solo una de cada tres pensiones de jubilación vinculadas a una carrera profesional corresponde a una mujer, he aquí una primera e importante desigualdad de género, que además agranda la brecha de ingresos, dada la baja cuantía de las pensiones de viudedad".
Pero también en la cuantía de las pensiones de jubilación propiamente dichas se constata una importante discriminación, "siendo considerablemente mayor la pensión media de los hombres que la de las mujeres: un 36 por ciento como dato global, realmente impactante". Las razones de esta brecha son varias. La principal es que ellas consolidan "periodos de cotización mucho más cortos, como consecuencia de la dedicación a los cuidados durante una parte importante de su vida". Pero también es clara la mayor representación de las mujeres en algunos sectores económicos con tasas muy bajas de cotización, "como ciertas labores agrarias muy estacionales o las trabajadoras del hogar". Y también, claro está, "la brecha salarial entre hombres y mujeres en nuestro país, que inevitablemente se refleja en la brecha de las pensiones".
Las mujeres de Cieza, por las características socioeconómicas de la población, "sufren esta brecha aún en mayor medida, por la menor tasa de incorporación de las mujeres a empleos de calidad, por el predominio de sectores como el agrario o el cuidado del hogar, y porque se parte de una brecha de género en los salarios por encima de la media del país". Por ello, desde Podemos-Cieza quieren sensibilizar a la opinión pública sobre el problema, que podría atajarse a medio plazo con medidas como el reconocimiento de periodos cotizados por dedicación a los cuidados o con complementos a las pensiones más bajas, "un camino iniciado pero de modo muy insuficiente".
Y, por otra parte, Podemos Cieza, también quiere agradecer a los colectivos sociales de pensionistas "su lucha constante por reducir estas desigualdades insoportables", al igual que al Área de Pensiones de Podemos-Región de Murcia, que realiza un gran trabajo, siempre apegado al de las asociaciones, y que es coordinada a nivel regional por la ciezana Piedad Abellán, "una persona que está absolutamente volcada en los problemas de los pensionistas y que atenderá gustosamente todas las sugerencias o consultas que los miembros de este colectivo en Cieza tengan a bien plantear".