Ecologistas en Acción alerta de la autorización de una planta de compostaje de lodos y subproductos de la industria alimentaria junto a la rambla del Judío, en Cieza

La organización ecologista advierte del riesgo de contaminación de la rambla por lixiviados así como de la amenaza que el proyecto supone para la conservación de la “alondra ricotí”, un ave catalogada en “peligro crítico” en la región de Murcia.

Ecologistas en Acción ha expresado su sorpresa por la autorización de una planta de compostaje de biomasa, lodos de depuración y subproductos de la industria agroalimentaria en Cieza, junto al cauce de la rambla del Judío, en el paraje de El Mingrano.

La planta de compostaje tratará hasta 27.000 toneladas al año de residuos que incluyen lodos de depuración y de fosas sépticas, purines, heces, estiércol de animales o residuos de tejidos animales procedentes de la industria del pescado y la carne, entre un largo etcétera.

Además de lo anterior, la planta incluye un área destinada al almacenamiento temporal de hasta 1000 toneladas de residuos no compostables, hasta que sean transferidos a un gestor autorizado. Se trata de productos como plásticos, metales, envases, neumáticos, grasas y aceites, residuos de la limpieza viaria y alcantarillas, fibra de vidrio, restos y lodos de hormigón, etc.

Ecologistas en Acción ha expresado su perplejidad por la autorización de estas instalaciones junto al cauce de la rambla del Judío, y en un área de gran valor ambiental que alberga hábitats de interés comunitario, así como la población de “alondra ricotí” más importante del sur peninsular.

La rambla del Judío –explican- es un cauce tributario del río Segura, por el que discurre un importante caudal de agua durante todo el año. Las pilas de residuos para compostaje se dispondrán a menos de 200 metros de cauce, advierten. El riesgo de contaminación del cauce por lixiviados es evidente.

Por otro lado, la actividad de la planta, considerada como potencialmente contaminadora del suelo y de las aguas subterráneas, se llevará a cabo en una zona definida como de “alta vulnerabilidad” del “Sinclinal de Calasparra”, una masa estratégica de agua subterránea en la cuenca del Segura. Además, la planta se ubica en área declarada como “vulnerable” a la contaminación por nitratos por la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (CARM) en 2019 

Una amenaza para la conservación de la “alondra ricotí”

El proyecto se localiza dentro de una zona (IBA 450) de especial interés para la conservación de la alondra ricotí. Las IBAs son lugares de especial importancia para la conservación de las aves y de la biodiversidad y son una herramienta reconocida internacionalmente con esta finalidad, pero que no se han tenido en cuenta en la autorización de este proyecto.

Ecologistas en Acción denuncia que la población regional de este ave está en serio peligro de desaparecer, según se desprende del Censo de 2019 de las aves esteparias publicado por la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, siendo la población localizada en el área del proyecto, la más importante no solamente de la región, sino del sur peninsular

La alondra ricotí está incluida en el Libro Rojo de las Aves de España con la categoría de “en peligro”, y en el Libro Rojo de los Vertebrados de la Región de Murcia se cataloga como “en peligro crítico” debido al riesgo extremadamente alto de extinción.

El ayuntamiento de Cieza no ha contado con los afectados

La tramitación de este proyecto la inicia el ayuntamiento de Cieza en 2018[1] informando favorablemente en Junta de Gobierno Local al efecto de obtener autorización excepcional para la implantación de esta actividad en suelo no urbanizable. Posteriormente, en 2019[2] , aprueba la declaración de interés público para el municipio. Sin embargo, en todo este procedimiento no se ha tenido en cuenta la opinión de los vecinos afectados por la planta de compostaje. Tampoco se ha informado a las organizaciones integrantes de órganos consultivos como el Consejo Local de Medio Ambiente, a pesar de la transcendencia ambiental y social del proyecto en tramitación.

Ecologistas en Acción lamenta que no se haya respetado la participación ciudadana, y en particular la de los afectados directamente, en la tramitación de este proyecto por parte del consistorio ciezano, incumpliendo lo dispuesto en el artículo 4 del Convenio de Aarhus que recoge cómo los interesados deben participar en la toma de decisiones con afección medioambiental, debiendo también tenerse en cuenta el resultado de esta participación. 

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