El pliego de condiciones para la contratación y explotación del Complejo Rural Atalaya, aprobado el pasado viernes por el Ayuntamiento de Cieza, "es totalmente transparente y abierto para que cualquier persona, autónomo o empresa pueda optar al proceso de licitación".
Así opina el concejal de Empleo, Antonio Moya, quien ha anunciado junto al responsable de Contratación, Antonio Ignacio Martínez-Real que, para no dejar ya ningún lugar a dudas sobre ese carácter de mayor concurrencia y objetividad en el proceso de contratación pública, las propuestas podrán hacerse a partir de la publicación en el BORM del nuevo pliego, contemplando un plazo de 20 días naturales.
El concejal de Empleo y Desarrollo Económico critica en su intervención la posición adoptada por el grupo municipal popular durante el debate plenario, "que se negó a apoyar la aprobación del pliego de condiciones del complejo rural porque la cláusula 24 apartado C podría tener visos de ilegalidad".
Explica Moya que la cláusula "poseía un matiz social, pues su finalidad era contribuir al fomento del empleo local, otorgando tres punto puntos por cada contratación de persona empadronada en Cieza. Aunque la misma podría seguir en este pliego perfectamente, pues otros municipios habían sacado adelante sus expedientes con esta misma cláusula, se optó por eliminarla".
Sin embargo, finalmente, según Moya, "el PP vota en contra, intentando defender lo indefendible su portavoz Juan Manuel Molina, que no sé muy bien qué intereses ocultos llevaría ni quien le habría asesorado para que actuara así. Es más, incluso llegó a amenazar, demostrando por cierto muy poca deportividad cuando vio que se le desmontaba su estrategia, que no era otra que entorpecer el proceso y demorar su aprobación".
Agradece la labor del personal de Contratación y el director de la Oficina de Turismo, "a los que Molina también les faltó al respeto porque han procurado sacar un pliego con novedades, limpio, revisándolo todo muy bien, con los contratos de servicios uno por uno, y solicitando todos los informes preceptivos para respaldar el mismo. Por ello, hay que respetar a los funcionarios que tienen que hacer estos trabajos".
El edil se muestra "satisfecho" con el documento cuya línea de trabajo ha girado en torno al turismo, la cultura y el empleo, "siendo ésta última descartada lamentablemente. La finalidad de la contratación a la que responde el presente pliego es la promoción de actividades relacionadas con la naturaleza, el turismo rural y otras de interés relacionadas con la actividad y promoción turística del municipio".
"La idea es hacer una oferta atractiva para grupos, asociaciones, clubes, centros escolares y otros colectivos, potenciando el parque multiaventura, el huerto y el aula de la naturaleza. Para ello, se ha fijado una serie de tarifas basadas en la modalidad de talleres, itinerarios didácticos y otras actividades. Todo ello deberá estar relacionado con la educación ambiental y la interpretación del patrimonio natural, cultural y turístico. El objeto del contrato comprenderá la oferta de alojamiento y desayuno y, opcionalmente, comida y cena".
Respecto al ámbito cultural, el Molino Teodoro pasa a formar parte de este complejo rural cuya sala de recepción se convertirá en un punto municipal de información turística. En su opinión, "la idea es darle vida a un museo que se encontraba olvidado y abandonado, y por otra parte, nutrir al complejo rural de una actividad cultural e histórica importante".
Según Antonio Ignacio Martínez-Real, "se trata de un proceso de carácter abierto que garantiza la libre concurrencia para acceder a la contratación y explotación de este recinto municipal en condiciones de igualdad. Las cláusulas son muy abiertas para que cualquier persona pueda optar al proceso de adjudicación", recordando a este respecto el edil que "puntuará el incremento del canon anual, la mejora de la programación, la rebaja de las tarifas o el incremento de la calidad de las comidas".
También recuerda que el Ayuntamiento "podrá realizar la inspección del estado de conservación de las instalaciones, el control de calidad, precio y servicio prestado. También podrá solicitar la realización de una auditoría externa sobre la contabilidad de la explotación. La empresa adjudicataria dispondrá de un libro de incidencias y deberá presentar a la Concejalía un informe trimestral del desarrollo de los servicios prestados, así como de las actuaciones realizadas para la difusión y promoción del Complejo Rural Atalaya".
Añade el concejal de Contratación que el tiempo de explotación será prorrogable, mientras que el canon anual de explotación ascenderá a 4.000 euros. "En la vigencia del contrato se contempla la posibilidad de prorrogar el contrato por mutuo acuerdo de las partes y mediante aprobación por la Junta de Gobierno Local, por un plazo máximo de cinco años, sin que la duración total del contrato, incluida la prorroga pueda exceder de diez años", concluyó.