Afirma que “esa certeza en la Resurrección es la que nos lleva a vivir con más confianza las realidades cotidianas en los momentos más adversos y de mayor dificultad, y a hacerles frente con coraje y compromiso”
El presidente en funciones de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, afirmó hoy que “como la primavera, la Semana Santa tiene algo de Misterio y de Muerte, y mucho de Resurrección”, y que “lo más importante es vivirla y dejarse envolver por ella; comprender que la cruz no es ya signo de oprobio, sino símbolo de amor y de redención”.
Palabras pertenecientes al pregón de la Semana Santa de Cieza que Ramón Luis Valcárcel pronunció hoy en un solemne acto que tuvo lugar en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del municipio. Previamente a la celebración del mismo, el jefe en funciones del Ejecutivo regional también participó en el homenaje a los cofrades de la localidad con una ofrenda en el Monumento del Nazareno.
Tras manifestar su agradecimiento a la Junta Central de Hermandades del municipio, recordó que su pregón de la Semana Santa de Cieza comienza con los mismos versos con que concluyó el pronunciado, hace justo 25 años, en el convento de San Joaquín y San Pascual del municipio, por su “recordado y admirado padre”, Carlos Valcárcel Mavor, de quien valoró asimismo “el poso que dejaron en mí sus enseñanzas, articuladas siempre por su exultante murcianía y su entusiasta nazarenía”.
Igualmente expresó su agradecimiento por permitirle, de esta manera, “desentrañar mi sentir nazareno en este domingo cuaresmal impregnado de resonancias pasionarias; por convertirme en heraldo de los días grandes de la Cristiandad; por darme la palabra para que proclame que la Semana Santa está ya presente en las calles, en el aire perfumado de azahares, de rosas y de nardos; en la luz dorada de la primavera en eclosión; en el cantar de las aguas rumorosas del río cercano; en la actividad incesante de los nazarenos de Cieza”.
“Vengo a proclamar, subrayó, que durante una semana, calles y plazas serán el escenario de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, el templo donde rendiremos culto a Jesús y a María, el espacio cotidiano que se transformará para que las procesiones encuentren en él el escenario idóneo para cumplir su fin catequético”.
Asimismo, añadió, “pondremos al servicio de la fe que profesamos el arte imaginero de nuestros escultores, la música de nuestros compositores, la destreza de nuestros orfebres y bordadores, el gusto de nuestros floristas, el esfuerzo de nuestros anderos, la disciplina de nuestros penitentes, el fervor de nuestro pueblo…”
A lo largo de su intervención, Ramón Luis Valcárcel ofreció un recorrido exhaustivo y detallado, jornada a jornada, por los principales hitos históricos y las grandes realizaciones artísticas que están en el origen de los actuales desfiles pasionales del municipio.
“Para explicar tan profundo misterio, advirtió, Cieza pone a disposición de los entendimientos el despliegue teologal de su nazarenía, forjada a lo largo de los siglos en la alta misión de hacer asequible a todos los cristianos el mensaje de la mayor muestra de amor que vieron los tiempos”.
“Expresión de la esperanza más grande”
Recordando los textos de San Pablo, afirmó también que “vana es nuestra Semana Santa si al final de ese camino de cirios y de cruces, de dolor y de amargura, de Pasión y de Muerte, no se encuentra el cuerpo de Jesús glorioso”.
“Es la Resurrección la expresión de la esperanza más grande, la que abre nuestra vida a un mañana eterno, a la felicidad plena, a la certeza de que el mal, el pecado y la muerte pueden ser derrotados”, señaló Valcárcel, para quien es esta convicción la que “nos lleva a vivir con más confianza las realidades cotidianas en los momentos más adversos, en los de mayor dificultad, y a hacerles frente con coraje y compromiso”.