El alcalde de Cieza, Pascual Lucas, y el responsable del comedor social Piedras Vivas, el sacerdote Mariano Caballero, han firmado un convenio de colaboración, en virtud del cual, el Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Bienestar Social, que dirige Melba Miñano, aportará este año 5.000 euros para contribuir a la labor social del citado colectivo.
Piedras Vivas ha repartido cerca de 45.000 menús a las personas más desfavorecidas de la ciudad durante sus tres años de funcionamiento. Una labor a la que ahora también se suma el Consistorio ciezano.
El colectivo amplió hace unos meses su acción social con un local más grande ubicado en la calle Nueva, mucho más grande del utilizado desde sus comienzos en la calle Mesones, con la pretensión de acoger y formar en valores y hábitos a los niños de las familias más necesitadas con el fin de despejarles el camino hacia un futuro digno.
El local que Piedras Vivas ha utilizado desde 2016 se halla en la calle Mesones, anexo al monasterio franciscano de la Inmaculada Concepción. Fue cedido altruistamente, sin contraprestación alguna, por las hermanas Clarisas de Cieza.
Las cifras son impresionantes. En 2016, 8.298 menús, 14.578 en 2017 y casi 20.000 en 2018. Se sirven unos 80 menús diarios más un refuerzo especial los fines de semana para personas sin hogar, inmigrantes o algunas que sufren discapacidad. Además del comedor social, la asociación desarrolla otro proyecto denominado 'Contigo', a través del cual se presta un servicio de acompañamiento y respiro familiar dirigido a pacientes ingresados en el Hospital Comarcal Lorenzo Guirao, especialmente, aquellos que se encuentran en situación de dependencia.
Pascual Lucas ha asegurado que la cantidad de 5.000 euros se irá revisando anualmente con el objetivo de ir aumentando la dotación y colaborar cada vez más no solo en la tarea del reparto de comida sino en el objetivo de la asociación de amparar la integración de niños en riesgo de exclusión.