José Antonio Carrillo Morales (Cieza, 1956), licenciado en Medicina, ha entregado su vida al deporte. Lo ha practicado, lo ha estudiado -sigue haciéndolo constantemente- y sobre todo lo ha transmitido, ha formado y lo ha enseñado, en especial a varias generaciones de chavales de su pueblo, para que den lo mejor de ellos mismos, hasta el punto de que muchos de ellos han brillado en las mejores competiciones del mundo, al que, a pesar de las trabas, le ha dado numerosas vueltas, desplegando por él la imagen de su Cristo del Consuelo. Pasea por Cieza, su Tierra, como un vecino más; sus calles lo han visto crecer y llegar al Olimpo, a lo más alto que se puede soñar.
Hoy es uno de los técnicos internacionales de marcha atlética más prestigiosos (entre otros premios, el del CSD), disciplina adaptable a un entorno con carencias de instalaciones pero con excelentes parajes: la Atalaya, el río, el paseo ribereño, Maripinar…
Ha sido 58 veces internacional con España, ha llevado a jóvenes deportistas, ciezanos muchos de ellos, a seis juegos olímpicos y él ha estado convocado en cuatro: Atlanta 96 (F. Vázquez), Atenas 04 (J.M. Molina, B. Sánchez), Londres 12 (B. Sánchez, M.A. López) y Tokio 20 (M.A. López, L.M. Corchete, A. Martín), además de que éstos han logrado multitud de campeonatos y medallas del Mundo, Europa y España.
Sinopsis de la charla
Será un diálogo cercano y auténtico con José Antonio Carrillo, persona inconformista, reivindicativa, agradecida y entrañable. A sus 64 años, acaba de regresar de Tokio pero, infatigable, ya ha comenzado la lucha por romper en París 24 su sombrero de paja y cumplir su sueño de emular al gran entrenador inglés Sam Mussabini -que llevó a sus atletas a once medallas en cinco Juegos Olímpicos- en la mítica escena de "Carros de fuego". Y es que, como siempre le dice a sus atletas: "Lo mejor está por llegar".
Con José Antonio Carrillo buscaremos respuesta a cuestiones tales como: ¿Lo mejor está por llegar? ¿Dónde está el secreto de sus logros? ¿En el éxito qué hay de talento, aprendizaje y esfuerzo? ¿Realmente si se quiere, se puede? ¿No llegar a lo más alto es un fracaso? ¿Cómo podemos lograr la transmisión de los valores del deporte, y en especial el olímpico, a la sociedad: esfuerzo, superación, respeto al adversario, juego limpio, trabajo en equipo, disciplina ... ? ¿Las administraciones y la sociedad en general deben "ayudar" o "comprometerse"? ¿Llegará el momento en el que romperá su sombrero de paja?