José Monteagudo, portavoz de Educación de IU-Verdes de Cieza, alerta de que España sigue por debajo tanto en gasto por alumnos como en inversión respecto al PIB de la media de los países más ricos, según el informe Panorama de la Educación 2022 publicado el pasado lunes 3 de octubre.
Tras analizar el informe 'Panorama de la Educación: Indicadores de la OCDE 2022', un documento de 462 páginas que compara 45 países y refleja un análisis específico de España, IU-Verdes de Cieza lamenta que nuestro país destine a la educación menos dinero y recursos que la media de los países de la OCDE. No obstante, el portavoz de la formación política en Cieza, José Monteagudo, ha destacado la mejora significativa en casi 7 puntos respecto a 2011 de jóvenes de entre 25 y 34 años con estudios básicos.
Monteagudo ha precisado que "de media en la OCDE, el gasto por estudiante desde la educación primaria a la educación terciaria es de 11 971 dólares al año en instituciones públicas y de 12.415 dólares en instituciones privadas, muy similares a los datos de la UE22, siendo en ambos casos el gasto total por estudiante en instituciones privadas ligeramente superior. Del gasto total en instituciones públicas en España, las familias asumen el 10 % (1.119 dólares), mientras que, en las instituciones privadas, el gasto de las familias es el 54 % del total (4.469 dólares) y el resto es asumido por fondos públicos destinados a centros privados", dice el informe en su versión para España.
El portavoz ha destacado que el documento sitúa a España como el país que sufrió el mayor recorte en educación de la organización, especialmente entre 2011 y 2015, un 6,3% del PIB, un gasto que asumieron las familias y es que la recesión económica posterior a la crisis de 2008 afectó de distinta manera a los países. Por ejemplo, en España, entre 2011 y 2019 el peso del gasto en educación con fondos públicos sobre el total se ha reducido en 6,3 puntos porcentuales, siendo esta la mayor reducción entre los países de la OCDE. La mayor parte de esta bajada corresponde al periodo entre 2011 y 2015 (-6,1 p.p.), mientras que entre 2015 y 2019 la reducción es poco relevante (-0,2 p.p.).
Como aspecto positivo, ha resaltado que España sigue mejorando el nivel educativo de la población especialmente entre los jóvenes, de tal suerte casi la mitad de la población entre 25-34 años está titulada en educación terciaria (48,7 %), por encima de las medias OCDE (46,9 %) y UE22 (45,9 %). Los porcentajes de población de 25 a 34 años de edad con educación terciaria han aumentado en España desde el año 2000, pasando del 34,0 % al 48,7 %.
En cuanto a la diferencia en España entre la proporción de hombres y la de mujeres con un nivel de educación terciaria, esta es de 11,4 puntos porcentuales a favor de las mujeres, menor que en la media de países OCDE, que es de 12,7 puntos porcentuales, y de la UE22, que es de 14,5 puntos". Sin embargo, España tiene la mayor brecha de género entre quienes tiene sólo estudios primarios. Así, para el nivel educativo inferior a la segunda etapa de educación secundaria, la diferencia son 10,6 puntos porcentuales más de hombres (32,9 %) que de mujeres (22,4 %). Estos valores suponen la mayor diferencia entre géneros en este nivel educativo en los países analizados. En la media OCDE y UE22, la diferencia de género está en 3,5 y 3,6 puntos porcentuales, respectivamente".
Por último, Monteagudo ha destacado que el informe también analiza la relación entre nivel de estudios y trabajo. Así, las tasas de empleo de los jóvenes aumentan a medida que aumenta su nivel de formación: el 78% de los jóvenes con estudios terciarios tiene empleo en España, 20 puntos porcentuales por encima de quienes no finalizan Bachillerato o FP de Grado Medio (solo un 59% de estos acceden a un empleo). Además, los titulados en educación superior presentan las tasas de empleo más altas, en particular en el campo de las tecnologías de la información y la comunicación y la población española con estudios superiores gana un 41% más que los titulados de segunda etapa de secundaria. Estos a su vez ganan un 19% más que los que solo han completado la educación básica.