En la tarde del martes 11 de marzo, la voz de las mujeres de la ciudad de Cieza resonó, con tintes de valentía y empoderamiento, en la sala de actos de la Biblioteca Pública Municipal "Padre Salmerón". La ocasión, una mesa redonda organizada por el círculo municipal de Podemos que, bajo el lema "La voz de las mujeres", tenía como objetivo dar la palabra a mujeres ciezanas trabajadoras que, a pesar de no ser conocidas ni célebres, podían ofrecer un referente muy válido como mujeres luchadoras y capaces de superarse a sí mismas todos los días.
La mesa fue moderada por la portavoz del círculo de Podemos-Cieza, María Jesús Fernández Ortiz, y su desarrollo fue seguido por una nutrida concurrencia de personas "que han querido compartir las historias de evolución personal de estas mujeres, de cómo han vencido sus miedos y han sido capaces de crecer gracias a su tesón y esfuerzo, a pesar de todas las discriminaciones sufridas".
En palabras de María Jesús Fernández, "nos sentimos muy satisfechas del transcurso de la mesa redonda", en primer lugar, por la buena respuesta ciudadana y, sobre todo, porque el acto se ha desarrollado "en un clima de complicidad y de emociones compartidas que mejoró incluso nuestras expectativas, llegando por momentos a ser conmovedor".
El formato del acto pretendía ser rompedor de moldes y estereotipos, "pues queríamos evitar el cliché de invitar a mujeres muy meritorias, que han conseguido superar con éxito discriminaciones y múltiples techos de cristal, por lo que solemos considerarlas, con todo merecimiento, como referentes". Por ello, "hemos buscado otro tipo de referente en mujeres del pueblo, desconocidas, que todos los días van al trabajo, cuidan a los suyos y aun encuentran tiempo para formarse, para hacer cosas por los demás e, incluso, para venir aquí a contarnos sus vivencias".
En opinión de la portavoz morada, "todos, tanto las intervinientes como el público, hemos aprendido mucho". Sobre todo, "hemos aprendido que la igualdad no puede ser solo un concepto formal y abstracto", sino que se precisa "una igualdad real y efectiva, encarnada en la cultura y en la vida social", y nos recuerda María Jesús Fernández que "la Constitución así lo reconoce y que es obligación de los poderes públicos remover los obstáculos que se opongan a ello, articulando políticas de igualdad". Persiste la discriminación en la mayor parte de ámbitos sociales, y la discriminación se apoya en el silencio, por lo que se hace necesario "hablar, compartir, aunar voces para formar un grito colectivo que ya nadie puede dejar de escuchar".
Otra enseñanza importante "que nos ha dejado esta mesa redonda, es que la discriminación, a pesar de su generalidad, tiene un importante sesgo de clase, y no es lo mismo, por ejemplo, ser mujer en el barrio de Salamanca que serlo en un barrio obrero del extrarradio de Madrid, o ser mujer inmigrante". Este es un aspecto "que no se suele contemplar en las políticas de igualdad pero que es fundamental".
María Jesús Fernández "finaliza dando las gracias a todos cuantos han hecho posible el desarrollo de este acto, tan emotivo y transformador," y, de modo muy especial "a las mujeres que han tenido la enorme valentía de compartir en público sus experiencias personales, tan reveladoras".